Como ya he comentado en ocasiones anteriores, la cámara, o mejor dicho mi afición por la fotografÃa, me está salvando de mucho en este dichoso confinamiento que me empieza a sobrepasar a de vez en cuando. Por suerte hay momentos de todo tipo incluso de inspiración y ello unido una vez más a la fotografÃa macro que se puede practicar en cualquier parte, facilita mucho el paso de estas horas que a veces se hacen eternas.
A veces la vida te ofrece segundas oportunidades, eso he podido comprobar, al menos en lo que a fotografÃa se refiere.
Las circunstancias y el coche me han vuelto a llevar a Banyoles y a su lago con luz mágica, de la que ya hablé anteriormente; (Ver entrada)
Está vez en una época del año diferente, con una cámara de fotos también diferente y con unos pocos de conocimientos y experiencia más.
El lugar era el mismo, sin duda; lo que habÃa cambiado era mi mirada y lo que seguÃa igual era la magia de la luz.
El lugar era el mismo, sin duda; lo que habÃa cambiado era mi mirada y lo que seguÃa igual era la magia de la luz.
Esta vez me fijé en otras cosas, buscando (como intento hacer últimamente y no sólo a nivel fotográfico) darle una mirada diferente.