Siempre me he sentido atraida por hacer fotografias al hielo, no deja de ser curioso lo extraño de la atracción considerando lo friolera que soy, y más curisoso aun es el echo de la capacidad de concentracion cuando estoy haciendo una foto, ya que puedo decir, aun a riesgo de que suene exagerado, que me he sentido aislada del frio, de tan ensimismada que estaba en la labor de sacarle punta, como se suele decir, a la foto.
De echo y en retrospectiva uno de mis primeros contactos( o mejor dicho el primero) en este mundo de la fotografia lo encontré a traves de internet por una fotografia suya a un salto de agua helado de aqui de Andorra.
Me resulta apasionante la capacidad del hielo de adoptar formas y texturas mas que curiosas, echo que hace que me pudiera pasar horas explorándolas. Suerte que dejo de sentir frio...
