Cuenta la leyenda...
Al igual que otros lagos como el Ness, el de Bañolas cuenta con una leyenda popular según la cual, fueron primero las tropas de Carlomagno quienes, aprovechando su estancia en la ciudad de Gerona, se acercaron a Bañolas para intentar reducir y matar al dragón. Y que fue el Emperador, embargado de ardor guerrero, quien tuvo que pedir ayuda a San Emeterio, un monje francés que llegó a tierras gerundenses con él para combatir a los moros.
Cuando la bestia salió de su refugio se quedó mirando a aquel hombrecillo que no paraba de rezar y, como si de un cachorrillo se tratara, le siguió hasta la plaza.
Después de este suceso, el santo milagrero fundó el monasterio de San Esteban de Bañolas, antes de irse a vivir a una cueva en medio de un espeso bosque donde no era posible adivinar si era de dÃa o de noche. El monstruo regresó al lago, donde dicen que aún vive.
A partir de ahÃ, allá cada uno con su imaginación, esta claro que nos gustan las leyendas y que en ocasiones hasta creer que son ciertas.
Yo solo sé, que durante nuestra estancia, mientras fotografiábamos la puesta de sol, habÃa unas sombras muy sospechosas en el agua que bien podrÃan dar mucho, pero que mucho juego a la imaginación de algunos... (ahà lo dejo.... ).