Érase una vez un bosque en el qué al igual que en tantos otros se podÃan buscar setas, con alguna salvedad, este bosque era mágico y aquà las podÃas encontrar en cualquier época del año, no necesitaban la lluvia y además no estaban en el suelo sino en los árboles, en sus troncos para ser más exactos y eran casi casi tan grandes...