Todos los años por estas fechas soy testigo de como somos vÃctimas de una repentina invasión de estrés, tal y como si se acabara el mundo.
Cada vez es más, la gente que confiesa que odia la navidad y yo, personalmente no es que la odie, simplemente no me gusta ese ambiente en el que se ve inmersa, la mayorÃa de la gente, de nervios y estrés; una especie de histeria colectiva de quererlo todo con inmediatez, que suele ser bastante contagiosa.
HabrÃa que añadir en este punto que soy peluquera, dato que suele llevar comentarios en su mayorÃa compasivos y solidarios, por estas fechas, pero nada más lejos; cuando te gusta tu trabajo todo es mas llevadero, son fechas muy divertidas en las que por supuesto que acabamos agotados, pero a cambio duermes de lujo.
Suele costar ver lo positivo de las cosas cuando estas cansado pero luego, a posteriori, es importante hacer balance y valorar lo que tenemos y la realidad de estas fechas.
Año tras año escucho y veo a una gran cantidad de gente agobiada comprando regalos, asistiendo o preparando comidas por compromiso, y protestando por la falta de tiempo, el mal de nuestros dÃas.
¿Por que lo seguimos haciendo, si tan mal nos sienta? Por los niños, te suelen contestar...
El otro dÃa me comentó una señora que tenÃa un conflicto con su hijo porque se habÃa enterado de lo de los reyes magos y papá Noel. Me decÃa que se ha enfadado y con razón ya que si a él le han inculcado que no se miente, como justificaban que él fuera vÃctima de una tan grande?
Supongo que es un caso de tantos, pero me impactó, ver plasmada en una sola pregunta la capacidad de incoherencia y de complicarse la vida que tenemos las personas.
El punto positivo lo da, una pequeña minorÃa que parece haberse cansado de este ambiente de estrés y locura y esta dando pequeños pasos para ir cambiando las cosas.
Sea como fuere, os deseo felices fiestas a todos, que las disfrutéis al máximo y que sean felices pero de verdad.